Recopilación: Las historias de Sergio Vallejo

En esta cuarentena Sergio Vallejo se está dedicando a través de sus redes sociales a hacer un repaso de su carrera deportiva desde sus inicios.

Se que mucha gente del foro alomejor no tiene redes sociales y las voy a recopilar aquí, ya que cuenta muchas historias y anécdotas que les han ido ocurriendo a lo largo de los años.

No voy a poner todas de golpe. El ya va por la 23ª foto(y todavia le quedan). Mi intención es ponerlas de tres en tres(alomejor seis al día, tres por la mañana y tres por la tarde) para hacer el hilo un poco más largo y ameno.

Y se puede debatir y comentar las mismas. Como no. O anecdotas que sepais. Si estuvisteis presente en alguna, etc...

Vamos con las tres primeras:

No sé muy bien cómo era una de esas nominaciones para “cadenas” de las que no soy muy fan, pues te sientes un poco obligado y a veces hay poco tiempo para eso. Pero esta vez, dado que estamos en casa lo voy a hacer, aunque sea a mi manera y sin nominar a nadie. Voy a tratar de poner cada día una foto de cada año y a poder ser de todos los coches con los que corrí. Creo que alguno se me olvidará o no encontraré foto. Pero a ver si lo consigo.
Foto 1 : Mi primer año 1.985 y mi primer coche de carreras. Seat Panda
Copilotos 1.985 Raúl Rego
Juan Taboada y Paulino Novo.



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Foto 2: 1986 Seat Panda. Rally Ourense.
Copiloto Paulino Novo
En ese rally hubo muchos abandonos, también de los favoritos de la copa Panda, lo que nos dio la victoria. La primera en una copa de promoción. Era un rally largo, con muchos tramos de noche.
Ese 1986, gracias a Lence, jefe de Leche Río, habíamos hecho equipo con José R.Laxe - Nemesio Gómez con los dos Panda decorados de Leche Cremosita y agua Solan.
Teníamos un patrocinio de 40.000 pts por rally para cada coche. Si además hacías podium en la copa, te volvías a casa con superávit. Fue un buen año.



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Foto 3.
1.987 Seat Panda
Copiloto Jose Laréu (Chámpu)
Ese año también me acompañó Paulino en algunos rallyes y Javi Trigo. También debutaría conmigo en este Seat Panda Cristobal Rasilla en el “Recalvi” 88.
Foto del rally Valeo que tenía etapa de asfalto y tierra. Estábamos en la misma clase que los Opel Corsa de la copa, que en asfalto eran más rápidos. Pero cuando empezó la tierra ganábamos a todos menos a uno. Me interesé por el piloto de aquel corsa...era un tal Luis Climent.
Como veis, terminamos el rally a pesar de un vuelco. De asistencia estaban mi padre y Diego. Después de volcar, el radiador tenía una leve fisura. Mi padre que se las sabía todas, mandó a Diego (tenía 14 o 15 años) a una tienda que estaba allí mismo a buscar pimentón rojo. Apareció con un par de pimientos.



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Esta tarde otras tres.

La verdad que muy interesantes, yo también estoy enganchado a sus historias. Y ya ha habido algún piloto que esta aprovechando para hacer lo mismo, como por ejemplo Gorka Eizmendi en su instagram.

Exacto. Eizmendi empezó ayer aunque de momento ahi le dejamos.
Vamos con otras tres historias del "lobo". Cuenta de donde viene el mote en una de ellas:

Foto 4:
El Peugeot 309 8v. 1988
Copiloto Cristóbal
Rasilla
Ese coche me lo compró nuevo mi padre. Fuimos a ver el rally de Portugal Cristóbal y yo en el para hacerle kilómetros al motor. Fue la primera vez que corrí con ruedas Slick de carreras, por tanto me enseñó mucho. Con él hicimos dos scratch en La Coruña y en el Rias Baixas. Los dos tramos con niebla. La foto es del San Froilán en la meta del tramo de Galegos.



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Foto 5
1.989 Peugeot 309 8v.
El segundo año con este coche supuso el debut de Diego con 16 años en el rally de La Coruña, rally en el que me pusieron el mote del LOBO de Meira, porque ganamos los dos últimos tramos con niebla y a la vez publicaba La Voz de Galicia “lobos en la sierra de Meira” en una noticia que no tenía nada que ver con el rally. Los autores del mote fueron Blach, Mesejo o Paco Francesch, no recuerdo bien.
También debutaron conmigo Pablo Cerecedo “Titi” y el que me acompaña en la foto: Antonio Magariños. Es en el rally Cataluña del 92, donde corrimos invitados por la Gamace y Alfonso Cerdá para hacer de mochileros de Oriol Gómez que se jugaba el título del “desafío PEUGEOT”. Nos fuimos con el coche en el auto-expreso sin haber ni pasado por los tramos y con las notas de Oriol. Terminamos en el puesto 23 en el único rally que corrió Antonio en toda su vida. Somos cuñados, lo quiso probar, pero “nunca máis.”



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Foto 6 - Temporada 1990
Peugeot 205 GTI
Copilotos Titi Cerecedo, Diego y Carlos Dorado.
Al final del 89 Javier Azcona me había “prestado” su muleto para correr el Valeo a cambio de una Derbi Variant que tenía Diego.
Y dado que él ganó el desafío, puso a la venta el coche campeón. Fui a buscarlo a Pamplona y empezamos la temporada en el Sierra Morena (la foto es de ese rally, tramo de Obejo). Tuvimos un pinchazo, Y creo que terminamos cuartos, pero en Santander conseguimos una victoria contundente. En Alicante estábamos peleando con Sasplugas hasta que en Tudons le vimos parado cambiando una rueda. Me desconcentré y me salí a un barranco antes de llegar a meta. Fue quizás el error más grande de mi carrera. Lo tenía todo para luchar por el volante oficial y desde ahí todo se torció. En el siguiente rally, el de Llanes, se me partió un brazo trasero que estaba dañado del accidente y quedamos colgando de un precipicio.... si llegamos a caer probablemente no estaríamos en este mundo. Titi decidió dejarlo después de aquello y lo entendí. En Orense salió Diego conmigo y otra vez pinchamos. Pero ya el ritmo no era el mismo. Hacia final de año debutó conmigo Carlos Dorado en los dos rallys de Canarias. Lo pasamos de cine. Ya que la temporada estaba perdida, corrimos a divertirnos y con ruedas usadas esos dos rallys y Madrid. Teníamos grandes rivales, Toti Sasplugas, Josep Arqué, Iñigo Lilly, etc
Se podría decir año para olvidar, pero en realidad fue de auténtico aprendizaje.



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Mañana otras seis en dos tiradas, como hoy.

Seguimos con otras tres. Tres temporadas más, claro:

Foto 7 - Temporada 1991.
205 GTI.
En aquellos años, las asistencias se hacían en los tramos de enlace. Había un parque de trabajo a medio rally, pero entre tramos te buscabas la vida. Si tenías pocas llantas, como era el caso, la logística para tener todos los tipos de neumático antes de cada tramo pasaba por tener un coche rápido que te siguiese en el mayor número de enlaces. Melén hacía eso con su 205 GTI de calle. En el último rally de la temporada anterior en un enlace subiendo un doble carril, vimos que corría más el coche de calle cargado de ruedas, gato, gasolina...que el 205 de carreras. Total, que decidimos rehacer el motor. Camisas, pistones, válvulas, etc. Nos gastamos un dinero, y nos vimos obligados a correr nada más que dónde consiguiésemos algún sponsor, aunque fuesen regionales, lo que suponía no seguir la copa Peugeot en el nacional. Entonces debutó conmigo de copiloto Melén en el rally del Bierzo terminando terceros absolutos. En el rally do Lacón repetimos experiencia, pero en el segundo tramo en una frenada fuerte, reventó un latiguillo de freno y nos salimos recto atropellando a público. Me afectó mucho, aunque me repuse como pude y conseguimos terminar el rally. El comentario de Melén fue “el peor rally de mi vida”...en su segundo rally! Jejejeje.

Y llegó el rally de la foto, Orense con Dorado de copi. Hicimos un rally full attack luchando al segundo con el que fue campeón ese año, Capi Sáiz (DEP) que nos ganó por 1”. En el último enlace nos paró para felicitarnos Antonio Boto (ex copi de Sainz y director de Opel en aquellos años). Miró las ruedas y nos dijo “cómo vas con eso tan gastado!? Para el próximo rally te doy neumáticos usados de Climent” y eso nos animó a salir en el Osona donde íbamos como tiros hasta que rompió la caja de cambios. Boto al final del rally nos ofreció el volante del segundo Corsa poniendo poco dinero para toda la temporada 92, pero no encontré sponsor. Una gran oportunidad perdida. Cuando Diego aprobaba sus exámenes le dejaban acompañarme, y era con quien corría más a gusto. En el rally San Froilán se hacían tramos de la zona de Meira que conocíamos bien. Íbamos “sobre-motivados” y estuvimos a punto de volcar en la primera pasada del tramo de Meira... En la segunda volcamos, nos pusieron de pie enseguida y quedamos con vuelco y todo a 20seg del scratch. Terminamos el rally cuartos de la general con el coche muy dañado de estética, pero la mecánica intacta. Nuestro abuelo Arturo no había ido nunca a vernos correr, pero ese tramo de Meira le pillaba cerca y fue andando a verlo. Volcamos justo en donde él estaba. El lunes al llegar a casa me dijo “oín decir que chegábades vos, e de repente vin o coche patas arriba, e ó momento marchóu acelerando outra vez. Que non che parezca mal, pero non volvo!!!”



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Foto 8: Temporada 1992
Peugeot 309 16v
A principio de año y aún con el 205 corrimos el rally de Noia. Estaba lloviendo muchísimo, fuimos ganando el rally desde el primer tramo hasta que en el último se secó la carretera y Castrillón nos ganó por 4 o 5 segundos. Casi cae la primera victoria, sería un sueño.
Ese resultado hizo que Miguel Dopico, que tenía un 309 16, me propusiese Intercambiar los coches. Así lo hicimos. Empezamos con el 309 en Llanes, pero en el primer tramo Oriol Gómez, Jose Piñón y David Guixeras nos dieron una buena paliza. Me di cuenta de que nuestro 309 necesitaba mejorar y nosotros aún más. A mitad de año, en el rally “príncipe de Asturias” se subió conmigo Luis Calafate, laureado copiloto portugués ahora afincado en Asturias, que un año antes, se había subido conmigo en una pasada de entrenamientos y dado que le había impresionado y a que hicimos una buena amistad, me pidió ser mi copiloto en el Principe. Le metía un ritmo al asunto que molaba mucho! Y de paso enseñó a Diego, a“cantar” las notas. Terminamos el rally en la octava plaza, aunque lejos de Oriol y Marc, que me aconsejaron que llevase el coche a Enjolras, para hacer electrónica y suspensiones. Nuestro presupuesto no daba para mucho y tardamos unos meses en reunir el dinero. Oriol me facilitó la operación, me dijo que enviase el coche en tren, que Marc lo recogería, lo llevaría a Montpelier en remolque y para Orense venía en el camión junto con el suyo. Siempre se lo agradeceré a Oriol y Marc. Teníamos muy buen rollo, pero aquello fue demasiado. Qué buenos tipos!!
La foto es del rally de Orense. El coche era otra historia, ganamos en el desafío y en un rally durísimo con muchos abandonos, terminamos cuartos de la general.



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Foto 9: 1993 309 16v
Empezamos la temporada en el rally de Canarias. Con un gran despliegue logístico, pues metimos el coche y las ruedas (usadas la mayoría) en un contenedor y viajamos en avión Melén, Antonio, Diego y yo. O sea, piloto, copiloto y dos colegas. Todos dormíamos en el mismo apartamento, llevamos incluso comida para no gastar mucho (en unas neveras “decoradas” con motivos racing). Pero todo eso era anecdótico, pues teníamos un ritmo muy bueno, y peleamos bien y sin complejos con Guixeras hasta que a nosotros nos pilló la niebla en un tramo y se nos escapó. Terminamos octavos de la general justo detrás de David. Y esa fue la tónica de la temporada. Incluso en el San Froilán aún saliéndonos dos veces al principio del rally, remontamos hasta llegar al último tramo a pocos segundos. Hacíamos la asistencia en nuestro taller en Meira y le prestamos a Arcadi, mecánico de Guixeras, la soldadura para reparar el puente trasero. Queríamos ganar en la carretera, y así lo hicimos. Corrimos todo el año como locos. Pelea al segundo hasta el rally de Cataluña. Allí nos hicieron una jugada fea que algún día contaré (posiblemente en un libro jjj) y mi amigo Roberto Blach se la devolvió con creces. Reclamó por algo banal como era el peso de los asientos traseros, pero fácilmente demostrable y excluyeron a Guixeras. Entre eso y los problemas eléctricos en el último rally del año en La Coruña, regalamos el título a Jaime Azcona. Luego Moratal le cedió un segundo coche a Guixeras. Aprendí mucho en esos dos o tres meses. De nadie te puedes fiar, pues te clava el puñal quien menos te lo esperas. Cuánto más te acercas a la cima, más ocurren estas cosas. Pero el que es peleón y no tira la toalla, puede con todo. Y a mi me gustaban demasiado las carreras como para desmoralizarme por “detalles”.
La foto es del segundo rally del año, Cantabria. Allí hicimos un trompo bestial bajando “La Sía” con algo de nieve, chocando prácticamente marcha atrás. Solo chapa como se ve en la foto. Ya me acompañaba siempre Diego, y puedo decir que este año dimos un gran salto de calidad. Solo nos faltaba un poco de planificación y recursos, pero eso no tardaría en llegar.



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Esta tarde tres más.

Muy buenas esas historias de Vallejo, esta mañana ha estado caliente la cosa con unos comentarios entre el y Eloy Entrecanales de sus epocas en Fiat...

kikecampeon escribió:Muy buenas esas historias de Vallejo, esta mañana ha estado caliente la cosa con unos comentarios entre el y Eloy Entrecanales de sus epocas en Fiat...

Voy a ver, aunque para esas fotos todavía falta por llegar jeje. La tiró con segundas hoy.

Vamos con otras tres:

Foto 10: Peugeot 106 Rallye - 1994
Después de estar tan cerca del título en el 93, mis dos amigos/cuñados, Melén y Antonio, nos reunieron para poner fin a la improvisación motivada siempre por la falta de medios.
Aunque seguíamos buscando sponsor por todas partes, no estaba siendo nada fácil.
Qué decidimos? Pues entre los cuatro comprar el coche financiado, y sacar un crédito para la preparación. Todo sin escatimar nada. Hacer el mejor coche y empezar con todos los medios. Si terminábamos cada rally primeros, segundos o terceros, los premios nos darían para salir al siguiente otra vez con todo. Le compramos el coche financiado a Ricardo Vidal que nos hizo la carrocería, un amigo de Blach la instalación eléctrica y lo más especial Chazel, que hasta ese año era mecánico de Enjolras y acababa de empezar con su propio taller. Fuimos los tres a recoger el 106 a Montpelier ya terminado, en la furgoneta prestada por el Calexón Team todo por carretera para ahorrar en peajes. En el primer rally había dos cosas que no me gustaban del coche, y Renaud Chazel me decía que eran así. Terminamos segundos, pero en un tramo que arriesgué a tope, me di cuenta de que no podía con David Nafría. Nunca quise echar la culpa al coche, pero dado que dos cosas no me gustaban, le puse las pilas al francés y se llevó la centralita (no tenía bajos, por mucho que como él decía fuese mejor a más de 5.500rpm) y los amortiguadores traseros para endurecer la alta velocidad de compresión (cuando ibas en pleno apoyo y había baches, te metía un gran latigazo).
Y llegó Renaud al rally Sierra Morena el viernes después de las verificaciones con la centralita y los amortiguadores. Salí a dar una vuelta y ya supe que íbamos a ganar. Y tanto que fue así, porque ganamos todas las carreras y fuimos campeones antes del último rally. A mitad de año, incluso probando el coche de Seoane, que le había hecho completo Ricardo Vidal, mejoramos varios detalles y a partir de ese momento confiamos en ARVidal. También probé una suspensión que había hecho Guillermo Barreras con Iñaño, que usé desde el San Froilán.
Total, con los premios pagamos las carreras y la financiación de coche y preparación dejando la cuenta a cero. La venta del coche al final de año a Blach, fue todo ganancia.
La foto es del rally de Llanes en la meta de Nueva-Labra. Recuerdo en el Principe el último tramo cuando nos supimos campeones. Se nos saltaron las lágrimas a Diego y a mí aún dentro del coche entre la meta y el control stop. Sabíamos que eso nos convertía en pilotos oficiales de Peugeot y hacer realidad un sueño.



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Foto 11 - 1995 Peugeot artesanal “By Chema”
Chema fue mi mecánico muchos años, concretamente hasta que en el rally de Linares se enamoró de una sevillana y allá se fue con ella. Pero antes de eso, él trabajaba en el concesionario Peugeot. Habíamos comprado a medias un 205 GTI siniestrado. Yo me quedé con los frenos, puentes, suspensiones, asientos...para el diésel que tenia para entrenar. Y Chema compró un GTX que había roto el motor e iba para desguace. Total que montó en él toda la mecánica del GTI, dirección rápida, grupo corto...yo hice los amortiguadores y lo preparamos para tierra. Básicamente para divertirse y hacer manos los fines de semana. Por cuatro duros, un cacharro que era un pasote. Después de ganar el desafío, me invitaron al fórmula rally de Tineo, donde había muchas buenas máquinas y pilotos. Era un trazado mixto tierra-asfalto con un salto. Ganamos a todos con nuestro invento. Habíamos ido Garchi con su CX y el remolque, Chema y yo. Las risas de todo el fin de semana fueron mucho. Hay que conocer a los dos personajes para entenderlo. Jjjjj Y así empezaba nuestra temporada del 95.



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Foto 12 - 1995 Peugeot 106 Rally Gr.A
Y por fin llegamos a un equipo oficial. El coche era increíble. Salimos casi sin probar al primer rally. Eso no sería un problema si no fuera porque para Jaime Azcona, mi compañero de equipo, era la segunda temporada con el mismo coche. Me costó varios rallys estar a su altura. En Avilés (foto) ya estábamos casi en su ritmo y salimos al ataque para meter presión desde el inicio. Jaime y Julius tuvieron un error y arrancaron una rueda en el segundo o tercer tramo, su primer accidente en mucho tiempo. Fue nuestro mejor rally, terminando justo detrás de los coches gordos. En el siguiente, el Principe de Asturias, otra vez salimos a fondo. El primer tramo era largo (Villaviciosa-Carrandi) y llegando a meta nos dimos un buen golpe. Error mío garrafal. Pero había que jugársela. Lo que pasa es que eso condicionó el resto de la temporada. A partir de ahí, el coche fue un desastre. Problemas en todos los rallyes que no nos dejaron lucir nada, todo lo contrario. Yo entiendo que no es fácil optimizar y priorizar los recursos en un equipo así, y que el recién llegado, si por encima destrozó un coche, es la última preocupación. Me fastidiaba porque todos los mecánicos y la gente de BMR eran buenos profesionales y súper majos con nosotros. Todos, incluidos Borja y Rodri, pero sobretodo Toni y los mecánicos de mi coche. Al terminar el año, en una comida con Toni y Borja, me dijeron que se quedarían con Jaime para el primer coche, dado que Borja dejaría poco a poco el volante. Les dije que elegían a un gran piloto, como es verdad, pero que yo tenía más hambre, más ganas, y que tuviesen en cuenta, no mi accidente, sino la progresión y todo lo que había fallado mi coche al final. Me ofrecían un coche “cliente” para el regional gallego como habían hecho ese año con Guixeras en Cataluña. Les dije que no me interesaba el regional, que yo quería algo en el nacional, pero no hubo otra propuesta. Se criticó mucho a BMR porque la mayoría de los pilotos que habían sido oficiales Peugeot como premio del desafío, desaparecían después. Yo no quería ser otro más y me entregué a tope en la busca de sponsor para seguir aunque fuese con otra marca. Pero he de reconocer y agradecer, lo mucho que aprendí con ellos. Además el ambiente con Jaime y Julius era fenomenal. Nos obligaron a correr y arriesgar mucho, pero lo pasamos realmente bien. Ese año para mi fue un auténtico máster. Así que, gracias por todo.



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Mañana, otras seis.

Vamos con otras tres:

Foto 13 - 1995-6. 106 GrA “ARVidal”
Ricardo y yo habíamos hecho una buena amistad en las carreras. Aunque yo estaba en el nacional con el coche oficial, me apuntaba a todo lo que fuera conducir coches de carreras. Y Ricardo me ofreció hacer algunas del regional con este coche. Él se hacía cargo de todo. Cuando le pregunté qué pasaba si chocaba, me contestó “tranquilo, está muy bien hecha y reforzada la carrocería, no te vas a hacer daño”. Hay que ser gallego para entender la “retranca”. Ricardo sabía de sobra que lo que me preocupaba no era hacerme daño, sino que me fuera al bolsillo. Y con ese comentario, el acuerdo quedó sellado.
Le estaré siempre muy agradecido. Además tanto él como actualmente Amador, Manolito, Francis, Ricardiño...crearon lo que es un gran equipo de carreras. Me siento orgulloso de haber estado juntos en sus inicios. Carreristas de los de verdad.



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Foto 14: Citroën ZX “Copa”
Temporada 1996
Descartada la oferta de Peugeot, decidimos hacer la reciente copa que estaba gestando Citroën con los ZX desarrollados por Piedrafita Sport. Todo pasaba por encontrar un buen sponsor, y una vez más, Leche Rio pasó a ser nuestro gran apoyo.
La copa empezó muy tarde, en el mes de junio en el rally de Llanes. Entregaron todos los coches en la semana anterior al rally. Salimos prácticamente sin probar. En el primer tramo ganamos por mucho al acertar con los neumáticos, y recuerdo en el control stop las caras de Julián Piedrafita y Aracil al ver nuestro tiempazo en la general, muy cerca de los coches de cabeza. Pensaron que habían hecho un coche fenomenal. Conseguimos una victoria holgada en ese rallye.
En el siguiente, de repente nos quedamos sin frenos, saliéndonos y librando por los pelos el siniestro total. En ese rally también se quedaron sin freno Christine Driano y Gabriel Méndez, y en el siguiente rally todos menos Casáis y Azcona. Tardaron en detectar el problema unos meses, pero mientras tanto me volví a quedar sin frenos en unos test y pagué una buena factura de chapa. Un desastre. Todo era por un diseño defectuoso del tapón del depósito de líquido que, cuando lavabas el coche, filtraba humedad y dañaba el líquido.
Con este coche conseguimos nuestra primera victoria absoluta, aunque fue un desastre. Yo había sido muy crítico con algunos detalles del coche además de los frenos. Como por ejemplo el puente trasero (torsionaba demasiado) y algunos problemas de motor. Ricardo Vidal quiso comprobar él mismo el motor, para lo que se asesoró con Josete Aracil de qué se podía hacer y lo que no. No sé bien el cómo ni el porqué, pero en la verificación final, miraron lo que Vidal había consultado, la cámara de combustión. Y según ellos, estaba, aunque por muy poco, fuera de medidas. Nos excluyeron de la copa, no de la clasificación del rally, perdiendo el premio de 1.300.000 pts (equivaldría hoy a unos 10.000 €). Lo que más me dolió fue que Piedrafita me decía que aún por encima corría menos. Pero igualmente nos dejaron sin premio ni puntos. Para colmo, se me rompió el motor en el siguiente rally.
Fuimos subcampeones, pero no me gustó nada la temporada.
La foto es del San Froilán, que corrí con gripe y fiebre. La verdad es que me entraron ganas de dejarlo.



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Foto 15: Saxo “copa”
Rally San Froilán 1997
Solo hice ese rally con este coche. En la marca estaban trabajando en su desarrollo para la futura copa de promoción y me propusieron hacer unos test o un rally con este coche laboratorio, y decidí hacer el rally de Lugo. Solo había un pequeño inconveniente, pues coincidía con la subida “Desierto de Las Palmas” en Castellón, que puntuaba para la ZX. Dado que en las subidas no era obligatorio hacer las mangas del sábado, y podría correr solo las del domingo, decidí que haría las dos cosas. Corrimos el Rally en Lugo, llegando en un buen segundo puesto de la general. Aunque para Citroen era más importante haber aportado datos para el desarrollo y mejora de un coche que fue escuela de muchos pilotos en años posteriores. Terminó el rally y la correspondiente ceremonia de podium a las 23h, me subí en el ZX de entrenar y el domingo a las 08h estaba dando gas en la salida de la carrera de Castellón. Hice un tercer puesto, así que fue un finde emocionante. Eso si, el viaje de vuelta ya se me hizo un poco más largo.



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Esta tarde tres más.

Otras tres. Empieza a hacer acto de presencia el Marqués de Viladrau:

Foto 16: ZX Temporada 1997.
Después de un año nefasto, perdimos el sponsor principal, algo normal y comprensible.
Por suerte los premios eran excepcionales, así que como ya teníamos el coche, continuamos en la copa.
Empezamos siendo normalmente los segundos más rápidos detrás de Javier Azcona. Le ganábamos tramos y tal, pero él era mucho más consistente. Y para colmo, rompimos tres motores más. Incluso habiendo confiado en el motorista que Piedrafita me aconsejó, Hermenegildo Baylos. Me quedó claro que TRJ, el equipo de Azcona, eran muy buenos, porque no rompían nunca. Al menos, gracias a una de esas roturas (en Orense) pude llegar a tiempo al nacimiento de mi hijo Sergio.
Otra vez fuimos subcampeones de la copa detrás de Azcona. Y eso, no me gustaba nada.
A final del año anterior Citroën y Piedrafita habían organizado un test con el ZX que había hecho campeón Climent, en el que estábamos seis pilotos. Noté en las caras y en los comentarios que les había gustado mucho mi conducción. Me vi en el asiento oficial como primer piloto, pues Luis no seguía con ellos. Pero Barroso, el patrón de Citroën competición en España me comentó días más tarde que volvía Puras al equipo después de su paso por Seat. Y al final de este año, me ofreció un programa semi-oficial con el Saxo Kit-car. “Solo” había que comprar el coche, y eso pasaba por vender el ZX y encontrar un buen sponsor...Y recuperamos a “nuestro” patrocinador salvador: LECHE RÍO.



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Citroën Hispania me había ofrecido unas buenas condiciones para correr con el Saxo Kit-Car, aunque me impusieron el equipo de Zanini para asistencias y mantenimiento, ya que Citroen asumía ese coste.
Empezamos en el rally Cataluña, con Moncho Seoane de copiloto, pues Diego estaba trabajando en la televisión de Galicia y a veces tenía complicado correr. Se nos rompió algo en una válvula y terminamos en tres cilindros, muy retrasados. Para el siguiente rally, ya con Diego todo el año, empezamos a disfrutar de un coche excepcional. El equipo de Zanini, con Pep Cudinach a la cabeza eran de lo mejor en el trabajo “de campo”. Pero en el mantenimiento entre rallyes, se invertía poco. Zanini con toda su experiencia es alguien a quien escuchar siempre con atención. En el equipo estaban también Guixeras y Casáis, y a veces el trato del jefe con ellos no era muy agradable. Yo creo que con mi trabajo me gané su respeto desde el principio, y a mi jamás me habló de malas maneras. No sería así más adelante, cuando militábamos en equipos distintos. Me llegaron a veces comentarios jocosos de Don Antonio hacia mi. Hasta que coincidimos un día en mi asistencia y como soy de los que no se calla, le comenté que esas cosas no benefician a nadie y sólo se traducen en mal ambiente.
En el rally Principe de Asturias habíamos hecho un magnífico tercer puesto en la general. Sin embargo después, en los rallyes de La Coruña y Lugo el coche tenía un comportamiento extraño, a lo que Zanini no hacía mucho caso. Pero yo tenía claro que algo había pasado. Algún día contaré todo esto al detalle. Además el coche estaba muy degradado a nivel de mantenimiento, y dado que Citroen pagaba ese apartado, estuve advirtiéndoles de ello, y me empeñé en que lo comprobase Piedrafita, convenciéndole para que se lo llevase a revisar después del rallye San Froilán y antes de Madrid. Hicimos un rally de Madrid (el de la foto) de libro, ganando fácil a todos los oponentes. Acabamos con muy buen sabor de boca.



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Foto 18: Saxo Kit-Car Temporada 1999.
Deportivamente hablando estábamos muy contentos, pero económicamente teníamos casi imposible continuar. Incluso Diego, ante la oferta de Muniente y a la vista de mi situación, aceptó correr en el Peugeot 306 oficial. Por otra parte, Citroen (según ellos a raíz de los test de final de la temporada anterior), decidieron apoyar a otros pilotos como Casáis y Goiburu. Deduzco que era porque veían poca “solvencia” económica en mi entorno. El refrán de “a perro flaco, todo son pulgas” venía en ese momento muy a cuento.
Pero, de repente un día me llamó mi hermana Margot (tenía una guardería infantil) y me contó que llevaba allí sus hijos un directivo de Telefónica, y que habían hablado de mi. Que me fuese con el dosier, que me recibiría en su despacho. Y así se gestó el patrocinio en un tiempo récord. Y a toda prisa, tuve que “hacer” un equipo. Solo teníamos el coche, dado que seguir con Zanini no era una opción, y había que buscar equipo y además copiloto. Por una serie de coincidencias, me había ofrecido Evangelino Otero su estructura. Y enseguida llegamos a un acuerdo. Buscando copiloto, me había fijado en el que acompañaba a Sandamil: Mario Gonzalez Tomé. Era muy joven, pero se le veía espabilado. Sólo había que convencer a sus padres...eso merecería un capítulo aparte.
Y empezamos en Canarias. Ahí nos “conjuntamos” y para el siguiente ya todos funcionábamos coordinadamente. Hicimos un rally increíble en La Coruña, empezando con un segundo tiempo en el primer tramo y finalizando también segundos. Os podéis imaginar lo que era ganar holgadamente a los otros pilotos apoyados por Citroen. A pesar de dos roturas a medio año, fuimos como tiros. Terminamos el campeonato terceros absolutos, incluso delante de Muniente y Diego...jeje.
Puedo decir que fue uno de los mejores años. El ambiente con Mario, Lino, Antonio, Melén, los mecánicos...era excepcional. Corríamos mucho, pero nos reíamos aún más. Temporada para enmarcar. La foto es de Chancha, en el rally San Agustín.

Ahí notas como afecta el mantenimiento del coche de carreras, que todo este firme, y que todo haya sido bien revisado, cambie de coche de calle hace poco de un Skoda un Mazda y el Mazda son solo rabias en cosas tan sencillas como la puesta a punto(siendo un coche más nuevo y "mejor"), y hablo de andar en la calle(a ritmo casi de entrenar recos, debo admitir), en un coche de carrera que no te vas dejando margen para reaccionar por que esos son segundos en cada curva y minutos al final del Rally, no me quiero ni imaginar cuanta diferencia hacen un mal mantenimiento y una filosofía de coche errada o no tan buena, que repercuten en la confianza a manos del piloto.

Exacto. Y cuando te lo imponen y tu no estás agusto, peor todavía.

Vamos con otras tres:

Foto 19: Fiat Punto kit-Car. Temporada 2000.
Al ser tercero absoluto del campeonato del 99, me invitaron a la “Race of Champions” en Canarias. El destino quiso que coincidiese en el aeropuerto con el gerente del concesionario Fiat de Lugo, Genaro Saavedra que era miembro de la escudería Miño y ex-piloto, sabía por tanto bastante de carreras y bromeamos con que ahora podría correr con su marca. Hablamos del Punto kit-car que iban a lanzar. Me puse a investigar, porque las negociaciones y perspectivas de futuro con Citroen no me inspiraban mucha confianza. Así que porqué no hablar con otra marca. Oscar Reixa, hermano de mi amigo Rodrigo, y que en el 97 me había hecho la primera web de un piloto español, pidió información a Fiat Abarth por e-mail. A los pocos días me llamó diciéndome que había hablado con Nini Russo y que quería reunirse conmigo, y dado que su mujer era portuguesa, podríamos quedar en Vigo, donde hacían sus compras navideñas. Fuimos a la reunión Lino, Oscar y yo. Nini Russo(mítico coordinador del equipo Lancia-Martini campeón del mundo varios años) tenía mucho interés de que probase el coche y dar información y comparar el Punto con el Saxo, por lo que enseguida concretó un día para testar en Balocco, pista de pruebas de Fiat situada entre Turín y Milán. Creo que impresioné a ingenieros y mecánicos, porque Nini habló con la parte comercial de Fiat para tratar de conseguir apoyo para un programa en España. A la vez, Genaro de Lugocar me explicó con quién hablar en la filial española en Alcalá y la sorpresa fue que Evangelino conocía mucho a la directora de recambios, Julia Escribano. Y ahí empezó la aventura FIAT. Pero no fue fácil. Había que “mostrar” el producto. Acordamos alquilar un coche para cuatro rallyes. Yo pagaba dos con mi sponsor (telefónica) y Fiat Auto España los otros dos. Guillermo Barreras me ayudó a conseguir el coche a través de su amigo Rafaele Solá, de Leader Cars. Pero sorpresa, después del debut en Llanes, las “maniobras” del resentido jefe de Citroen me dejaron sin sponsor. La foto es del primer rally en Llanes aún con los logos de Telefonica. Menos mal que Julia cogió el toro por los cuernos y consiguió que Fiat pagase hasta el Rias Baixas. Además organizaron una expedición en varias Fiat Múltipla de todos los directivos de la marca. En los test de la noche anterior, algo se rompió en la caja de cambios. Menos mal que estaba Guillermo y consiguieron repararla, porque si no llegamos a salir al rally, menudo fiasco. Pero todo fue bien, corrimos como nunca y conseguimos un magnífico segundo puesto y sobre todo hicimos vibrar al público que animaban como locos. Eso impresionó tanto a la gente de Fiat, que para las siguientes carreras se formó el equipo oficial, capitaneado por Julia Escribano y Evangelino Otero. Capítulo aparte sería el tramo que hicimos en Salou bajo una niebla cerrada. Eso lo contaré en el libro.



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Foto 20: 2001 Fiat punto S1600/Kit-Car. (Mundial Súper 1600/Campeonato de España).
Julia y Lino sacaron adelante las copas Punto regionales con nada menos que 100 coches y eso fue la bomba en la marca, lo que, unido a la insistencia de Abarth Italia, les animó a que saliésemos al recién creado mundial “junior” con la versión súper 1600, y continuar en el campeonato de España con el Kit-Car.
El primer rally del mundial fue el Cataluña (el de la foto superior). Éramos unos 20 jóvenes de todo el mundo a los que, como mucho, nos conocían a cada uno en su país. A mi, desde luego ningún nombre me sonaba. A mitad de la segunda etapa estábamos líderes. Increíble. Recuerdo que en el tramo de “La Riba” atacando a fondo, Diego me empezó a pasar los tiempos. Habíamos ganado a todos por bastante, hasta que me dice: “acaba de llegar un francés que va con un Saxo y nos metió 30 seg.” y pregunté: “cómo se llama?....porque debe de ser un fenómeno”, “Sebastian Loeb” dijo. En el reagrupamiento fui a conocerle. Con el paso de los años, muchos de aquellos chavales, sonaron mucho en la escena rallystica, además de Loeb: Duval, Basso, Stohl, Dallavila, Robert, Bernardi, Magaud...
Podíamos haber hecho un resultado de ensueño, pero nos excluyeron del rally por un malentendido entre Lino Otero, el ingeniero de Abarth y la FÍA, o sea una falta de comunicación que pagamos nosotros. En el nacional tuvimos un accidente muy fuerte en Canarias. Diego se hizo daño en un tobillo y yo , aunque me di cuenta a los 15 días, una hérnia inguinal. Corrí todo el año con dolores hasta que me pude operar a final de año. En los rallyes de tierra del mundial abandonamos en los tres, a veces culpa del coche y otras mia, pero no dábamos una. Al menos conseguimos terminar Córcega y San Remo en los puntos. Entre tanto abandonó y la exclusión de Cataluña, provocó cierta tensión con Evangelino, que hasta llegó a hablar con Solá para sustituirme de cara al año siguiente. A todo el equipo se le hacía un poco grande todo aquello. En el equipo del mundial estaba Albert Llovera, las copas regionales....eran demasiadas cosas. Lo positivo, que hicimos rallyes míticos, aprendí a confiar en mis notas ciegamente e hicimos una gran amistad con Albert y su gente. El problema, que a final de año el gasto había sido desorbitado y el programa para el 2002 se tambaleaba.



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Foto 21: Punto S1600. Temporada 2002.
En Fiat Auto España cambiaban muy a menudo los puestos más altos de dirección. Después de las tensiones del año anterior, y con un nuevo consejero delegado, Claudio San Pedro, todo podía pasar. Julia y Evangelino quedaron fuera y nombraron jefe de competición a Juan Ridruejo, que delegó las copas de promoción en Chefo Abella y el equipo oficial en Guillermo Barreras. Me llamaron bastante tarde, en Enero, cuando ya pensaba que no contarían conmigo. Firmé un nuevo contrato que primaba sobre todo los resultados con un fijo más bajo. Me pareció bien, aunque a los pocos días me comunicaron que habían llegado a un acuerdo con Dunlop y me preocupé bastante. Por suerte, se acababa de instaurar la “copa de España Súper 1600” y ese era el objetivo en el que se basaban las primas por resultados. La ganamos y al final acabó siendo uno de los mejores años para mi bolsillo. Todo gracias a Guillermo. Tecnicamente aprendí con él casi todo lo que sé a día de hoy. Trabajábamos a destajo. Test y más test. Noches enteras probando. Pablo Cornes el ingeniero, era buenísimo. Hicimos maravillas con aquel coche y aquellos neumáticos. Sufríamos por los neumáticos en seco y calor, pero con frío o agua, éramos muy rápidos. También gracias a Guillermo conocimos a Jose Graña que fue contratado de ouvreur. Recuerdo en el primer rally de Santander, en el que había llovido de noche, al oír las anotaciones que estaba pasando a Diego, pensé que igual era un poco exagerado. Menos mal! Porque el tramo estaba para matarse. Habíamos hecho un tiempazo gracias a él. Es un crack. Yo estaba feliz con todo aquel equipo. Solo esperaba que todo continuase igual en el 2003, pero no. Foto de Kike Salgueiro en el rally Rias Baixas.

Vamos con otras tres:

Foto 22: Punto S1600. Temporada 2003.
Después de un año perfecto en lo deportivo, deseaba que todo continuase igual. Pero parecía imposible en esta marca. Como director de competición habían destituido a Ridruejo y nombrado a Victor García Alia. Guillermo por suerte seguía al frente del equipo técnico. Habían cambiado también el equipo de mecánicos de los italianos Leader Cars por los malagueños de ProRally, con Juan Díaz a la cabeza.
Recuerdo que ya antes de empezar el año hablé con Guillermo de que había que vigilar que Citroën no hiciese la triquiñuela de construir un “híbrido” con el Saxo kit-Car y el Súper 1.600. Se confirmaron mis temores, y Barroso se la coló a la federación. Guillermo en una reunión de equipos se enfrentó abiertamente a Carlos Gracia, a Barroso e incluso a Victor Alía de Fiat, o sea a todo el mundo y nadie le echó un capote. Le acabaría costando el despido. Por más que intenté evitarlo, fue imposible. Había demasiados “judas” por el medio. Me indignó muchísimo, porque era una injusticia. Para alguien que sabe y habla las cosas a la cara, le despiden! Parecía incluso que el resto de equipos quisieran darle el campeonato a otro antes de empezar, una vergüenza. Nosotros hicimos carreras muy buenas, pero terminamos subcampeones, que era a lo máximo que podía aspirar cualquiera que no fuera el Saxo “híbrido”. Esta vez ser segundo tuvo mucho mérito, porque estaban Puras y Hevia con los Clío, Ojeda y Vinyes con los Peugeot, Cabo y Fombona y a veces Sordo con los otros Saxo. Una lista impresionante. Corrimos mucho, aunque lucía poco. A pesar de todo tengo buenos recuerdos de ese año, como por ejemplo que para el rally de Lugo me prestaron el Kit-Car viejo, con Fredy Carballo de copiloto que había hablado con Leche Río para patrocinar la operación. Foto de Kike Salgueiro en el rally Rias Baixas.



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Foto 23: Punto S1600. Temporada 2004.
Un año más, cambios y más cambios. Este año llegó al equipo Rantur con el patrocinio de “Ourense destino termal”, cambiaron de Michelin a Pirelli, Juan Petisco como coordinador, etc. Habría cientos de cosas que contar de ese año, pero me apetece una anécdota. Había ido a Montecarlo a ver el rally y aproveché para fijarme bien en los neumáticos Pirelli. En nuestro primer rally en Alicante, estaba lloviendo en el shakedown. Miramos los compuestos disponibles, y no estaban los de agua que yo había visto en Montecarlo, sino otras más antiguas, digamos de la versión anterior. Vimos que no cogían temperatura, y probamos con las más blandas de seco rayadas y eran algo más rápidas. Así que decidimos salir con eso al primer bucle. Pero llovía bastante y hacíamos mucho agua planing (en uno de ellos rozamos un guardaraíl en quinta). En el rally estaba Pons con otro Punto de un equipo italiano y Zanini de director. Después del primer bucle, nuestro jefe, me preguntó qué estaba pasando, pues nos ganaba Xevi. Le dije que los italianos tenían los neumáticos de agua de última generación, o sea que no me señalase a mi, y añadí “les podrías pedir a los de Pons un juego que hayan usado”. No sé cómo lo hicieron, creo que hablaron con Abarth Italia para que mediasen con el equipo italiano, y nos prestaron cuatro ruedas. Empezamos a recuperar a marchas forzadas. Al llegar al reagrupamiento se acercó Zanini, intrigado por nuestra espectacular mejora en los tiempos, miró nuestras ruedas, preguntándome de dónde las habíamos sacado. Me hice el sueco, subí al coche y le dije a Diego “este no sabe que nos dejaron los italianos las ruedas, y cómo se entere nos las van a quitar...” vi que ya no tenían mucho dibujo, pero mejor que las otras, si no llovía más, seguro que irían. Entramos a la asistencia sin llegar a meter el coche del todo en el box, y sin bajarme pregunté a Juan Díaz qué iban a hacer con las ruedas y me dijo que las había que devolver ya, no al final del rally como habían quedado. Me dije: “si habían quedado en eso, que cumplan” y metí marcha atrás y me fui de la asistencia al control de salida. Los demás copilotos y equipos nos miraban incrédulos pues aún faltaban 18 minutos de asistencia.
Diego y yo salimos de allí, le busqué con la mirada a ver si aprobaba mi decisión...no sabíamos si reír o llorar. Rompimos a reír. Ahora que pasaron años, creo que fui un irresponsable, pero en el fragor de la batalla yo soy “algo” bravo. Intercambiamos las ruedas delanteras por las traseras, y salimos a fondo al siguiente tramo. Lástima que volvió a llover en el último, las ruedas ya estaban sin dibujo y no pudimos culminar la remontada por poco. Hasta creo que fue mejor así. Uff, pensé que me despedirían al terminar el rally. Por suerte, Juani me echó un capote con el jefe y me salvé. La foto es del rally Principe de Asturias, ya con el “restyling”.



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Foto 24: Fiat Stilo de tierra. En la marca habían decidido promocionar a los ganadores de la copa Punto en el Campeonato de tierra con los Stilo, en lugar del asfalto con los caros S1600. Zubillaga era ese año el piloto que gozaba del premio de oficial, pero también habían cedido otro coche igual a varios pilotos. A medio año a uno de ellos le bajaron del coche y tuve que correr yo las últimas tres carreras. Diego estaba de copiloto con Sanfilippo en ese certamen, así que me acompañó Moncho López en el debut. Lo hicimos con victoria en Granada. La foto es de una nueva victoria acompañándome Mario Tomé en Sabadell. Iba muy bien ese coche, y era tan divertido y rápido que corríamos siempre a fondo buscando además del primer puesto en dos ruedas motrices, el mejor puesto de la general. En Ourense nos habían intercambiado los coches con Zubillaga, pues el suyo había roto el motor el día anterior (montaron uno usado de serie) y dado que él era el piloto prioritario en la tierra no me importó en absoluto. Nosotros quedamos tirados en el tercer tramo, con aquel motor, pero eso propició que gracias a estar tirado en la asistencia, y a la gestión de José Manuel del Inorde, que Xabier Bartrolí (promotor del campeonato) me ofreciese hacer el “duelo” contra Delecour en el Subaru oficial. Esta tarde os lo cuento.
PD: Por unos comentarios, decidí eliminar un nombre en esta historia. No vaya a ser que se sienta herido el mencionado. Sin embargo yo tuve que aguantar sus ofensas y no abrí la boca porque a las mentiras no suelo contestar. Alguno no soporta las verdades y la sinceridad. Les aconsejo que si no les gusta lo que escribo, que no lo lean. Es una cuestión pura de salud mental.

Vamos con otras tres y con esta ya cojemos al propio Vallejo, que todavía no ha publicado la de hoy.

Foto 25: Subaru oficial de Oriol Gómez.
En los rallyes de tierra, solían montar un tramo final espectáculo. Y cuando ya terminaba el rally traían invitado a algún piloto mundialista para hacer show y batirse en duelo con otro piloto.
Como os comenté, yo estaba tirado en la asistencia después de abandonar el rally con el Fiat Stilo. Me llamaron José Manuel (Inorde) y Xabier (Octagon) para decirme que ya habían pedido permiso a Fiat, y proponerme hacer el duelo contra el piloto mundialista Delecour en un Mitsubishi, y yo con el Subaru con el que estaba corriendo el rally Oriol. Me temblaron las piernas. Yo no había corrido, ni tan siquiera probado, un 4x4. Parecía un regalo envenenado. Pero qué carai, mejor hacer el ridículo a quedarme con las ganas. Fui a recoger el coche al parque cerrado final. Me explicó Oriol cómo se arrancaba y listo!!, al tramo. Cuando estaba llegando, vi a lo lejos a Delecour rodando con su Mitsubishi, lo cual ya me intimidaba un poco. Pero lo peor es que estaba a tope de público. Si antes me temblaban las piernas, ahora me temblaban hasta la cejas. Y me puse en la línea de salida. Aquí, yo uso una técnica de concentración que me funciona. Pienso y me transporto “al momento después” del tramo e imagino cómo me voy a sentir en función del resultado. Y salgo a tope. No quiero nunca una derrota! Aunque esta vez, era una empresa imposible. Creo que en una manga “Fransuá” se dejó ganar. Yo al principio cometía muchos errores, pero en la final ya empezaba a entender un poco el coche y a hilar más fino. Me pude concentrar más. Y al pasar la meta, me sentí mejor de lo que había imaginado y ni siquiera atrevido a soñar. Increíble!!!! Así es la vida, llena de oportunidades que a veces no vemos o no nos atrevemos a aprovechar. Como decía después de cada abandono Bernard Vara (DEP mon a mi): “de la gloria a la mierda en un instante” y yo siempre le replicaba “y a veces viceversa” y él se reía.



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Foto 26: Punto HGT copa Portugal.
En Fiat Portugal me pidieron hacer unos test con algunos de los coches que estaban probando para sus copas de promoción. Hice uno en tierra con un Stilo y uno de asfalto con este Punto de la foto, con el que quisieron que corriese un rally en España. Hicimos el de Ferrol que era pre-inspección para el nacional. Joaquin Soares era el “artista” que desarrollaba aquellos coches y cuando se subió conmigo en uno de los test, me dijo una frase que me hizo mucha gracia y que se me quedó grabada: “hay gente que toca el piano y hay pianistas. Tú eres pianista”
En el rally estábamos creo que terceros o cuartos peleando con Rico, cuando en el ultimo tramo de noche se nos soltó el varillaje del cambio en punto muerto en una subida muy estrecha. Diego se bajó para avisar al siguiente coche, pues de no ser así, seguramente nos chocaría. El problema es que me quedé solo. Quería bajarme, abrir el capot y meter una marcha a mano, pero no podía frenar el coche, pues el freno de mano no tenía bloqueo. Abrí la puerta del todo y dejé caer el coche hasta apoyar la puerta contra la cuneta. Salté por el techo sin ver nada, abrí el capot, busqué el varillaje mientras pensaba qué movimiento tenía que hacer para meter tercera (en esa marcha podría arrancar en la cuesta arriba y luego perder poco en las zonas más rápidas). Acerté a insertar la tercera, pero ya habían pasado el siguiente coche y creo que otro más. Le grité a Diego “vamos!”, subimos al coche y continuamos hasta meta. Llegamos como pudimos, y Diego se partía de risa cuando le contaba los malabares que había tenido que hacer!!!

PD: Ayer fue para mi un mal día. Quiero dejar claro que yo no soy ningún santo, ni lo pretendo ser, que para llegar a donde llegué, tuve que pelear duro y ser bravo muchas veces. Siendo una hermanita de la caridad, no lo conseguiría. Soy sincero, claro y directo. No me ando con rodeos. Trato de ayudar, pero con los que me dañan, no soy de poner la otra mejilla, no. Por otra parte, tengo un desarrollado sentido del humor. Así que, los tristes que no me molesten, a poder ser.



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Foto 27 : Punto S1600. Temporada 2005.
Este año el programa se redujo a un único coche, aunque el acuerdo de patrocinio entre Fiat y “Ourense destino turístico-termal” se mantuvo. En la marca ya estaba muy desgastado el programa de rallyes. Todo ello a pesar de las ganas que le pusieron los Navarro (Todo Racing) e incluso el nuevo jefe de competición. Pero todos tenían poca experiencia y además el Punto ya se estaba quedando desfasado respecto a los más actuales Clío, 206 y C2.
Una anécdota curiosa, que vista ahora resulta simpática, en aquel momento maldita gracia nos hizo. Estábamos en la última etapa del rally de Canarias acercándonos a Ojeda en la lucha por el podio, pues Vinyes y Sordo se habían escapado. Había lluvia y niebla, e íbamos muy al ataque. En una curva lenta salimos de lado y se nos cayó la rueda trasera, quedando el coche “clavado” contra el muro. No se movía, y no había público en aquella curva. Sí en la anterior, pero nadie venía en nuestra ayuda. El diluvio era tremendo. Diego subió para avisar. Me pareció escuchar que no le hacían caso. En eso se oye venir un coche a fondo, ruido de bloqueo en la frenada, se cala el motor, y se escucha
un fuerte golpe seguido de otros impactos barranco abajo. Pero al instante oigo el motor de arranque del coche de nuevo y pasa delante de mi Manuel Rueda con un golpe en el frontal. No entendía nada. Llega Diego corriendo y me dice “pedí ayuda a los aficionados que están ahí y no me hacían ni caso, llegó Manolo, le pegó a su coche, un BMW que tenían mal aparcado en la escapatoria y se lo tiró monte abajo!”. Pensé “el karma” ajajaja. Raro en una afición entregada y buena gente como es la canaria, pero como pasa en cualquier ámbito, tiene que haber de todo. Después de pelear durante un buen rato, conseguimos sacar nuestro coche, pero tenía demasiados daños y al llegar a meta abandonamos. Cuando al final hablamos con Manolo nos reímos un rato, aunque con el golpe contra el BMW, se le abolló el capot contra la mariposa de admisión y había perdido mucho tiempo. Un gran tipo Manolo, al que creo que pretendían fichar para mi lugar en Fiat. Aún a día de hoy hablamos y me dice “hola wheel!!!” Qué es cómo se había “auto-bautizado” después de que a otro piloto le habíamos puesto “between channels”. El sentido del humor para nosotros siempre fue el mejor compañero. Esta fue una temporada gris, porque tuve algún accidente más y estábamos lejos de la cabeza. Eso si, el coche era muy bonito, para mi la decoración más espectacular.

Muy interesante el anecdotario de Sergio es de agradecer su iniciativa para aliviarnos el encierro.

Tremendas anécdotas, recuerdo como en las revistas todo Rallies a Zanini poco más que lo tenían de santo, sorpresa ver que no era tan así... Y recuerdo claramente leer como los Vallejo eran de temer con el Fiat y ese tremenda polémica con el Saxo "proto" de Fuster y Auto-Laca que prácticamente les dio el título apenas en enero cuando el reglamento fue aprobado.

Los Vallejo se vengaron años más tarde con el Porschón eso sí...

El Marqués nunca ha sido tan santo como lo pintaban. A día de hoy sigue siendo así. Pero bueno, mira por sus intereses y los defiende. Pero siempre ha sido una persona muy polémica.

Vamos con la de hoy. Ya hemos cogido a Vallejo, asíque a partir de hoy una al día:

Foto 28: Mitsubishi Evo VIII MR ArVidal. 2005.
Tenía muchas ganas de correr en la tierra con un 4x4 y conseguí que me ayudasen para el rally “De la Castaña” en La Gudiña (Ourense), el Inorde, Recalvi y otros pequeños sponsor. Eran dos rallyes en sábado y domingo. ArVidal nos alquiló este coche. Rodamos unos 20km en Vimianzo y se subió conmigo Amador. Me dio algunos consejos y le pareció que ya me defendía bien. En el primer tramo, trataba de aplicar los consejos. Por ejemplo, no subir demasiado de vueltas el motor, cambiando rápido de marcha, dejarlo correr en las curvas largas, etc. pero claro, una cosa es la teoría y otra ponerlo en práctica. En la meta Diego (él había corrido en el mundial con Ferreyros en un coche igual) ya me dijo que había ido parado. A mi no me parecía tanto, salvo en lo de llevar el motor en el régimen adecuado. Cuando vi los tiempos, nos habían dado una buena paliza. En el enlace metí cuarta, dejé caer el motor a 1.500rpm y con el bang aceleré a fondo hasta llegar al corte. Me quedó ya claro a qué vueltas tenía que cambiar, pasando un poco de las luces del cuadro que te avisan para cambiar de marcha. Pero sobre todo me sirvió lo que Diego me dijo: “conduce como tú sabes, a tu bola”. Salí al segundo tramo animado, pero por los pelos no la lío en la segunda curva, derrapando con toda la trasera por fuera. Menos mal que no solté el gas y volvimos a la carretera. En ese tramo ya nos ganaron de menos. Hicimos otro bucle y al mediodía, le comenté a Amador que a veces me hacía topes de suspensión trasera y que en el final de las curvas el coche se quedaba hundido y con demasiado sobre-viraje. Tenía además sub-viraje en el inicio de las curvas. Pregunté si podía subirlo de atrás bastante y aflojar los clicks de rebote. Como me dijeron que lo iba a notar poco, fui a lo bestia. Subimos 3 cm y aflójamos 6 clicks los amortiguadores. Hicimos todos los scratch hasta el final recuperando hasta la segunda plaza a solo DOS DÉCIMAS de la victoria.
En el siguiente rally ganamos varios tramos y éramos líderes con cierta holgura. Llegando a una meta, se partió un brazo trasero y, aparte de librar el accidente por los pelos, la mayor suerte fue que estábamos al lado de la asistencia. Hicimos lo poco que había de enlace y los mecánicos repararon sin problema. Como siempre, la gente de Vidal, de diez. No os imagináis lo feliz que estaba por esta victoria. Por todos, pero sobretodo por los que me ayudaron a salir en el año que peor estaban saliendo las cosas en el campeonato de asfalto. Fue un buen balón de oxígeno, y decisivo para que el Inorde me apoyase el año siguiente. Foto de Mariano Adradas.

Vamos con la de hoy:

Foto 29: Renault Clío S1600. Temporada 2006.
Los que me ayudaron para correr con el Evo (José Manuel, César y Josiño) son a quienes les debo esta temporada 2006 y todo lo que vino después. Gracias a aquella victoria José Manuel me dio el apoyo de “Ourense destino termal”, y mis amigos Jose y César compraron este Clío. Hablé con Renault Sport a través de Toni Sánchez, que en esa época trabajaba allí, y con mis dos amigos fui a ver el coche a Paris. Ese episodio si que merece ser contado al detalle, pero es un poco largo. Otro motivo para escribir un libro .
En Renault sport me ofrecieron entregarme en Lugo el coche, incluido en la operación hacer un test con ellos. Un mes después, estábamos probando en Ribeira de Piquín, y al principio del test, me quedé un poco decepcionado con el coche. En las primeras pasadas hasta me daba vergüenza decirles a los franceses que aquello no me gustaba nada. Me lo debieron notar en la cara. El ingeniero, Olivier Terraná, que era un crack, me pidió subirse conmigo. Eso fue clave, porque le dije mis sensaciones y en una parada paramos a retocar clics. Él dio la orden de endurecer a Diego, y este a su vez a los mecánicos franceses en inglés y a nuestro mecánico en gallego. Dimos otra pasada y me dice Olivier “mucho mejor” y al verme la cara, dice “qué pasa?” Y le contesté que “algo, pero no sé el qué”. Se bajó a controlar los clicks y con lo del idioma, de un lado habían aflojado y del otro apretado. Fue un antes y un después en ese test. A partir de ahí, confió en mi y trabajaron a muerte. Cambiamos de todo, autoblocante, amortiguadores, alturas, geometrías...y por la noche el coche iba como a mi me gusta. Fuimos a cenar todos y después del informe de Olivier a su jefe, nos ofrecieron su apoyo en varios apartados. Sobretodo tener el mejor material y que Oliver estuviese en todos los rallyes. Pero bueno, nuestro nivel como equipo era justito. Por ejemplo nos pasaron una lista de recambios que ellos consideraban “mínima”. Recuerdo la conversación con el jefe de Renault sport en la que le dije “es que yo prefiero abandonar un rally y reparar para el siguiente, que comprar ahora 20.000€ de recambio, por si acaso”, cosa que un equipo modesto no se puede permitir. En el acuerdo se incluía decorar el coche igual que todos los Clío apoyados por ellos directamente. Hubo algo de tensión (yo le llamaría regateo) porque yo consideraba que ellos tendrían que apoyar más y yo no tenía porqué imponer a mis sponsor una decoración. Cedimos todos un poco y al final quedamos en que luciría las líneas de su decoración “oficial”, con nuestros colores. La verdad es que el resultado fue precioso para mi gusto. Rozamos varias veces la victoria, y recuerdo en el enlace final de Llanes en el que nos ganó Solá (campeón aquel año) por pocos segundos, la conversación con Diego, que estaba de bajón. Le dije “tienes razón, nos ganaron Dani y el copi, si. Puede parecer decepcionante, pero piensa que yo monto y reviso el coche, así que estoy muy contento de estar a la altura de todo un Piedrafita Sport”. No se consuela el que no quiere. Jejejeje.

Buff que guapo ese Clio... Recuerdo verle bajar por Abionzo lloviendo...

La verdad que era preciosa esa decoración.

Vamos con la de hoy. Comienza la era Porsche. Curioso quien medió para que aceptarán los GT en el CERA:

Foto 30: Porsche 996 GT3 Oreca. 2006.
Hacia final de año, Jorge, uno de los sponsor del Clío (Laboratorios Nupel), se convirtió en aquel momento en la persona más importante para mi futuro deportivo. Se empeñó en que había que probar el Porsche del que yo tanto le había hablado que corría en Francia. Lo organizó todo, habló con Beny Fernández y éste con Bernard Vara para hacer la gestión con Oreca y alquilarles el coche para el rally San Froilán. El coche y el equipo llegaron el jueves, e hicimos un pequeño test. Hice dos trompos, pues había muchas cosas nuevas para mí en el comportamiento. Por suerte, Jorge me había dejado uno igual de serie para entrenar y andar con él por la calle. Ya solo eso, me parecía un sueño!!! El día del rally amaneció con muchísima lluvia. En el enlace al primer tramo hablando con Diego, le pregunté cuántos 4x4 había y cuantos creía él que nos podrían ganar. Echando cuentas, me dijo que podríamos ser sextos o séptimos. Le dije: “átate fuerte y canta bien, ni en broma podemos quedar tan atrás”. Las ruedas de agua, ya calentando antes del tramo, me sorprendieron. Jamás vi un neumático de agua con tanto grip y poco agua planing a pesar de su anchura. Salimos a fondo, sin tener el coche por la mano ni mucho menos. El tramo patinaba muchísimo, y al llegar a meta y ver nuestro tiempo no podía creer que solo nos hubieran ganado Burgo y Meira. Al final del rally terminamos segundos, y todos estaban encantados con el resultado. Yo no tanto, porque sabía que las ruedas habían jugado un papel fundamental ... porque sí, el coche era vistoso, espectacular y potente, pero demasiado de serie. El ABS era un desastre, la caja de cambios igual, y ni siquiera la electrónica te permitía hacer el punta-tacón. Con ese mismo coche salió una semana después Carlos Sainz de “0” en el rally de Madrid. Recuerdo hablar con él de las carencias del coche, y me acerqué a una asistencia donde después llegó Zanini, que por aquel momento se relacionaba muy bien con la federación. Estábamos los tres de acuerdo en que habría que pedir que el grupo GT fuese algo “decente”, no unos comparsas. La opinión de nada menos que Carlos Sainz, fue muy importante. Zanini hizo el resto, lo cual le agradezco. Gracias a ese día, para el año siguiente podríamos tener un coche muy respetable. Y así, empezó nuestra época dorada.

La de hoy. Primer Porsche que adquiere Nupel:

Foto 31: Porsche 997 GT3 cup rally. Temporada 2007.
En la federación entendieron que el grupo GT podría ser un buen atractivo para el campeonato, y decidieron homologar los coches provenientes de copas de circuitos, mucho más económicos y espectaculares. Jorge, de un día para otro, nos envió a Bernard Vara, a Diego y a mi a comprar un Porsche 997 cup a Alemania. Y así nació y se montó el equipo Nupel capitaneado por Bernard. Fue una locura adaptar el coche de circuitos, porque nada encajaba. En los primeros test, no se me olvidará jamás la primera pasada. Aquello corría mucho más que cualquier otro coche que hubiera conducido en mi vida. Mucho más. A la pregunta de Diego de qué tal, le dije que tenía la sensación de ir como cinco metros por detrás del coche. Se me escapaba y me faltaba tiempo para todo. En el primer rally recuerdo decirle: “esto cuando hay agarre se comporta igual que un Seat 850. Con muchos Caballos, eso sí”. Deduje que estaría bien endurecer la barra estabilizadora trasera y zas!, hicimos el primer scratch. Después nos quedamos sin embrague. Pero habíamos encontrado el camino y ya en el segundo rally conseguimos la primera victoria. Fue en Canarias, dónde los segundos y terceros clasificados se negaban a subir con nosotros al podium, porque según ellos era un coche homologado sólo en España...como si estuviéramos corriendo en el mundial o en otro país..!. Esa falta de respeto no impidió que lo celebrásemos como se merecía, era un sueño hecho realidad. Más adelante conseguimos vencer también en Ferrol, y llegamos incluso con opciones, escasas eso si, de ser campeones al último rally. Fue un año de ensueño, el equipo humano era perfecto. Estaban todos mis amigos y familia que siempre me acompañaron en las carreras, y aunque alrededor había muchos amigos de Jorge con mucha parafernalia, el núcleo “deportivo” era muy fuerte: Bernard, Álvaro, Melén, Julio, Antonio, Rafa, Tinoco, Chapas. Entrenábamos con un GT3 blanco de calle, ganábamos carreras, el público disfrutaba con el coche, y nosotros mucho más. Qué más se podía pedir!?.

Qué recuerdos!! Gracias.

Y los que quedan.
La de hoy. Con cambio de montura(solo para un rallye):

Foto 32: Mitsubishi EVO. Rally San Froilán 2008.
Ese año 2008 seguíamos con el Porsche, utilizando la misma unidad hasta que tuvimos un nuevo GT3 para estrenar en Llanes. Antes de ese estreno corrimos dos rallyes con otros dos coches. A principios de Septiembre, en Lugo con este Mitsubishi, porque Jorge tenía mucho interés de que saliésemos con la publicidad del restaurante Tempo, y con un Mitsubishi, porque parte de la operación la patrocinaba Sport-Auto, concesionario local de la marca.
Teníamos a un rival casi imbatible en los Burgo, que llevaban ya años con estos coches, pero salimos a correr sin complejos y todo lo que podíamos. Al principio del rally andábamos cerca, hasta que me pasé de frenada en un cruce en Aday y tiré unos 5 metros del muro de una finca con la trasera. No soy yo de salirme de frente. A consecuencia del golpe, se rompió la bomba de los diferenciales y perdimos después mucho tiempo. La anécdota: tenemos a nuestros cuñados Emma y Manolo que viven en Aday. El verano pasado, dando un paseo a pie, pasamos al lado del muro ese que habíamos tirado hace 12 años. Estaba por allí un señor y le pregunté si sabía porqué había esos 5 metros de muro con aspecto más nuevo. Me dijo en gallego: “un rally que pasóu por aquí, tiróuno o Vallejo ese. Viña tolo” Cuando le dije que era yo, me miró diciéndome “pois non pareces tan tolo (loco)”.
Terminamos el rally segundos, y a los dos días, estábamos en Santander probando el otro coche con el que correríamos una semana después el rally del europeo “Principe de Asturias”.

Parece que hoy el piloto lucense tiene tiempo y ha subido otra anecdota. De cuando fué seleccionado por BF Goodrich:

Foto 33: Peugeot 207 S2000 “Kronos”. Rally Principe de Asturias 2008.
La marca de neumáticos organizaba en cada país una votación con la prensa que elegía un piloto para este coche en cada una de las pruebas del campeonato de Europa. Con lo cual, subirme a este coche se lo debo a toda la prensa española del motor. El hecho de que nos eligiesen para ello, creo que estuvo muy influenciado por los continuos comentarios de mis rivales acerca de la supuesta superioridad del Porsche, y de esta forma me subían a un coche igual. Siempre es un regalo envenenado porque tú te subes para una sola carrera, y nunca es lo mismo que estar todo el año en el mismo coche. Pero aún así, es algo que les agradeceré siempre. Nunca tuve miedo a perder, la verdad. Creo que varios amigos como por ejemplo Kike Salgueiro hicieron campaña a mi favor!. También supongo que ayudaría el hecho de que soy sincero con la prensa y trato de no actuar como un robot. Eso a un periodista le gusta, a los lectores mucho más, y sinceramente creo que para uno mismo también es mejor. Y con el paso del tiempo, haces cierta amistad con los periodistas. Y la operación, tenía su morbo, era muy “vendible”.
Seguro que lo merecería más otro piloto más joven, pero a mí, me hizo muchísima ilusión.
Era un “todo incluido”, prácticamente igual que ser piloto oficial en un equipo mundialista como Kronos, que era de lo mejor en aquella época. Compartimos equipo con Loix y Vouilloz. Hicimos un test en el que me dejaron probar todo lo que quise. Incluso para tomar notas y entrenar el rally íbamos con uno de sus coche con matrícula belga y lo hicimos con nuestros compañeros de equipo. Repasando notas en el tramo de Valdebárcena iba delante Vouilloz. Se cruzaron con un guardia civil que les paró. Cuando llegamos, me bajé y Nico Klinger, el copiloto, me decía que el guardia estaba muy enfadado porque no hablaban español. Me dio la risa, y le dije que no sería por eso. Cuando me dirigí al guardia, y vio que yo hablaba español, me explicó que evidentemente estaba enfadado porque se había asustado al cruzarse con ellos.
En el rally no tuvimos suerte, porque en el test rodamos en seco y luego llovió de forma intermitente todo el rally, e íbamos dando palos de ciego con el set-up por culpa de la configuración que había decidido en los test en seco para los diferenciales. Terminamos terceros del nacional. Con Monzón, rival directo ese año, estábamos muy igualados peleando hasta que se salió en el penúltimo tramo. A Fuster, le ganamos varios tramos y otro rival directo como Ojeda, aunque nos ganó con más holgura, rompió el motor en el último enlace y llegó por los pelos. Creo que nos defendimos bastante bien, no sé si mejor que si hubiese sido a la inversa, pero para mi fuero interno estaba muy satisfecho. No sirvió de mucho este podium para nuestras aspiraciones de cara al título, pero fue una experiencia maravillosa. Y a partir de ese rally estrenamos el nuevo Porsche 2008 que tantas alegrias nos iba a dar.

Vamos con la de hoy:

Foto 34: Porsche GT3 cup (versión MY08)Temporada 2008.
Con la misma unidad del año anterior, empezamos la temporada. Hasta que por fin tuvimos listo este nuevo Porsche. Era completamente nuevo. Lo estrenamos en unos test de unos 70km en Ribeira de Piquín justo antes del rally de Llanes (foto), donde ganamos de forma apasionante. No se me olvida el ataque con el que salimos al último bucle, empezando por “La Tornería” marcando un nuevo récord que nadie pudo rebajar en muchos años.

Diego hacía algunos rallyes del mundial como copiloto de Llovera, y en el Cataluña tuvieron un fuerte accidente, rompiéndose la clavícula. Yo estaba por allí de ouvreur del argentino Villagra, y desde dirección de carrera, me llamó José Ramón (cómo le echo de menos) para informarme de que aunque estaba herido, no era grave, y de a qué hospital le llevaban. Llegué antes que Diego y el helicóptero que le traía. En cuanto le atendieron ya sabíamos que él no podría correr en Cordoba. Decidimos que me acompañase Moncho López. Era una papeleta muy complicada, de hecho el día anterior al rally, repasando los vídeos en
el hotel, pensé que no íbamos a poder luchar por la victoria. Pero Moncho estuvo impecable. De hecho sólo cedimos el primer puesto por culpa de una tormenta que nos cogió con ruedas duras en Pozoblanco.

A falta de dos rallyes, aún ganándolos nosotros, Ojeda sería campeón si era segundo en los dos. Y ahí el pánico y la locura se apoderaron del equipo, concretamente de Jorge y su entorno. Se montó la evolución en el coche viejo y buscaron a un piloto para que se intercalase entre nosotros y Ojeda. Yo les decía que eso no solía salir bien, pero tampoco quise dar la impresión de ser el aguafiestas. Así que me limité a hacer mi trabajo, ganando con mucho riesgo y esfuerzo el rally Costa Brava, y en Madrid con cierta holgura. En esos dos rallyes, tuve la sensación de que nadie me podría ganar. Tal era la confianza y determinación con que conducía, que todo me daba igual. Y toda la operación del segundo piloto, sólo sirvió para que tirasen el dinero. Fue el principio del fin con la llegada de muchos “cazafortunas” que luego fueron desfilando por el Nupel Team. Pero con mi gente más cercana dentro el equipo, estábamos unidos y entregados a tope y queríamos ese título. El año siguiente fuimos a por ello, poco nos importaba que metiesen a más gente y pilotos en el equipo.

Hoy ha sido poco explicito:

Foto 35: Porsche “MY08”.
Temporada 2009.
Imposible resumir un año tan intenso. O si:
CAMPEONES DE ESPAÑA.